Ansiedad y Comida: ¿Qué Hacer Cuando No Puedo Comer o Tengo Ansiedad por Comer?
Si alguna vez has sentido que la ansiedad te impide comer o, al contrario, te lleva a tener episodios de atracones, no estás sola o solo. Muchas personas experimentan una conexión directa entre sus emociones y la comida. La ansiedad, esa sensación abrumadora que muchas veces aparece sin avisar, puede afectar de manera significativa nuestra relación con los alimentos.
Pero, ¿cómo saber si la ansiedad está detrás de esos problemas con la comida? ¿Y qué podemos hacer al respecto? Vamos a profundizar en este tema para entender mejor cómo la ansiedad puede influir en nuestra alimentación y qué pasos podemos tomar para recuperar el control.
No Puedo Comer por Ansiedad: ¿Por Qué Ocurre?
Uno de los síntomas más comunes de la ansiedad es la pérdida del apetito. Si alguna vez te has encontrado pensando «no puedo comer por ansiedad», no es algo raro. Cuando estamos estresados o ansiosos, nuestro cuerpo entra en un modo de alerta o «lucha o huida». Este es un mecanismo natural del cuerpo que prioriza la supervivencia frente a otras funciones corporales, como la digestión.
Al estar en este estado de alerta, nuestro sistema digestivo se ralentiza y el apetito disminuye. Muchas personas describen esta sensación como un nudo en el estómago o incluso náuseas, lo que les hace difícil o casi imposible comer. ¿Qué puedes hacer en estas situaciones?
- Practica la respiración profunda: Respirar profundamente durante unos minutos puede ayudar a activar el sistema nervioso parasimpático, que es el encargado de relajarnos.
- Come en pequeñas cantidades: Si te resulta difícil comer una comida completa, intenta hacer pequeñas ingestas a lo largo del día. Alimentos suaves y fáciles de digerir pueden ayudarte a mantener la energía sin sentirte abrumado.
- Tómate tu tiempo: Crear un ambiente tranquilo para comer, sin prisas, puede hacer que tu cuerpo se relaje lo suficiente como para disfrutar de la comida.
Ansiedad Después de Comer: ¿Por Qué Ocurre y Cómo Manejarla?
Por otro lado, muchas personas experimentan ansiedad después de comer. Este fenómeno puede estar vinculado a varios factores. Para algunos, puede ser el miedo a engordar, para otros, el miedo a sentirse mal físicamente (especialmente si han tenido experiencias previas de malestar digestivo).
Si alguna vez has pensado «tengo ansiedad después de comer», podrías estar lidiando con la culpa o el miedo relacionado con la comida. Esto es común en personas que han intentado controlar su peso o que tienen una relación complicada con su imagen corporal.
¿Cómo manejar esta ansiedad?
- Sé consciente de tus pensamientos: Identificar qué pensamientos aparecen después de comer es el primer paso. Pregúntate: ¿Estoy preocupada por cómo me veré? ¿Me siento mal por haber comido demasiado? A veces, los pensamientos irracionales pueden aumentar nuestra ansiedad.
- Practica la autocompasión: Recuerda que comer es una necesidad básica. Permitirte disfrutar de la comida sin juzgarte es un paso esencial para mejorar tu relación con los alimentos.
- Busca apoyo: Hablar con un profesional puede ayudarte a deshacerte de patrones de pensamiento negativos.
La Ansiedad No Me Deja Comer, ¿Qué Hago?
Este es un problema que escucho con frecuencia en consulta: «La ansiedad no me deja comer, ¿qué hago?». Es frustrante cuando el estrés o la ansiedad dominan tanto tu vida que incluso las tareas más básicas, como alimentarte, se vuelven un desafío.
En estos casos, trabajar con las emociones que están detrás de la ansiedad es clave. Aquí es donde la terapia psicológica puede marcar una gran diferencia.
Algunos enfoques útiles incluyen:
- Identificación de detonantes: A menudo, hay factores o situaciones específicas que disparan la ansiedad. Juntos, podemos trabajar en identificarlos y crear estrategias para enfrentarlos.
- Técnicas de relajación: Incorporar técnicas como la meditación, la atención plena (mindfulness) o el yoga puede ayudarte a reconectar con tu cuerpo y reducir los niveles de ansiedad.
- Reestructuración cognitiva: A través de la terapia, aprenderás a cuestionar los pensamientos negativos automáticos que alimentan tu ansiedad, reemplazándolos por pensamientos más realistas y saludables.
¿Por Qué Tengo Ansiedad por Comer?
Otra cara de la moneda es cuando sentimos una ansiedad constante por comer. Esto puede manifestarse como un impulso incontrolable de comer, incluso cuando no tenemos hambre, conocido como comer emocional. En estos casos, la comida se convierte en una especie de refugio emocional para lidiar con el estrés, la soledad, la tristeza o el aburrimiento.
Si alguna vez te has preguntado «¿por qué tengo ansiedad por comer?», es importante que sepas que el comer emocional es una respuesta común al estrés, pero puede desencadenar un ciclo poco saludable de culpa y vergüenza.
¿Qué puedes hacer para reducir este tipo de ansiedad?
- Identifica el hambre emocional frente al hambre física: Antes de comer, haz una pausa y pregúntate si realmente tienes hambre o si estás tratando de llenar un vacío emocional.
- Busca alternativas: Cuando notes que estás comiendo para calmar la ansiedad, busca otras formas de autocuidado como dar un paseo, hablar con un amigo o practicar una técnica de relajación.
- Consulta con un profesional: Si este patrón persiste, la terapia puede ayudarte a desentrañar las emociones subyacentes y a desarrollar una relación más equilibrada con la comida.
Dieta para la Ansiedad: ¿Puede Ayudar?
La alimentación puede jugar un papel importante en la regulación de la ansiedad. Aunque no existe una dieta mágica que cure la ansiedad, algunos alimentos pueden ayudar a mantener un equilibrio emocional más estable.
Una dieta para la ansiedad podría incluir:
- Alimentos ricos en triptófano: Este aminoácido ayuda a producir serotonina, una hormona que regula el estado de ánimo. Los plátanos, los frutos secos y el pavo son buenas fuentes.
- Alimentos ricos en magnesio y zinc: Estos minerales pueden ayudar a reducir los niveles de ansiedad. Incluye en tu dieta vegetales de hoja verde, nueces, semillas y legumbres.
- Evita el exceso de cafeína y azúcar: Ambas sustancias pueden aumentar los niveles de ansiedad y empeorar el malestar emocional.
¿Cómo Puedo Ayudarte?
Si te sientes identificada o identificado con alguno de estos problemas relacionados con la ansiedad y la alimentación, no tienes que enfrentarlos solo. Mi nombre es Alexia Ros, soy psicóloga con un enfoque integrador, y me especializo en ayudar a personas como tú a superar la ansiedad que afecta su relación con la comida.
Ofrezco consultas presenciales en Pilar de la Horadada (Alicante) y también consultas online para que puedas trabajar en tu bienestar desde la comodidad de tu hogar. Además, en mi cuenta de Instagram @alexiarospsicologia comparto contenido sobre psicología que te puede resultar útil para empezar a mejorar tu relación contigo mismo/a y con los demás.
Si estás listo/a para empezar a trabajar en tu bienestar emocional y en tu relación con la comida, no dudes en contactarme. Juntos podemos encontrar las herramientas y estrategias que mejor se adapten a ti.


Psicóloga especializada en terapia cognitivo-conductual, ofrezco apoyo emocional y herramientas prácticas para mejorar la calidad de vida. Trabajo en consulta privada y online, y realizo talleres sobre ansiedad, autoestima y resiliencia.
· Máster en Psicología General Sanitaria
· Máster en Intervención Psicológica y Salud Mental
· Máster en Dirección de Centros Sociosanitarios